Después de 4 años volvió el Salón de París, al cuál concurro desde 1998. Fue una demostración de la decadencia en la cual cayeron los grandes salones del automóvil y que venimos destacando desde 2017. Tal vez este haya sido el último Mundial del Automóvil, aunque lució como un mundialito. No hubo marcas, alemanas, japonesas ni coreanas y hasta Citroën faltó al salón de los franceses.
Hola Eduardo, muy buen editorial sobre el Salón del Automóvil en París, más allá de la decadencia actual del mismo, y unos cracks Colombato y Felipa con el tema de los híbridos y el auto a hidrógeno, para los fanas de los autos de verdad es importantísimo.