LA NO COBERTURA DEL WTCC EN ARGENTINA.

Después de 19 años volví a pasarme un fin de semana completo dentro de un autódromo al aceptar la invitación de Citroën Argentina. Viajamos hasta Las Termas de Río Hondo, Santiago del Estero. Turismo Nacional y el WTCC son 2 categorías donde Citroën tiene presencia con equipo oficial, sin olvidarnos del WRC.
Lejos está Auto al Día de hacer una crónica de una carrera de autos, por lo tanto haré un raconto de lo por mi vivido.

Lo primero que me sorprendió fue el escenario. Todo nuevo o en construcción. De categoría internacional. Lo segundo fue el contraste de este coliseo moderno con la realidad de un entorno a simple vista carente de muchas cosas. Por un lado es muy bueno ver una infraestructura así y por otro lado me pregunto si se invirtió bien el dinero de la provincia.

Lo segundo que captó mi interés fue el museo. Vale la pena recorrerlo y apreciar piezas importantes. Originales y réplicas, correctamente anunciadas para no engañar a nadie. Ya volveremos sobre el tema en otra nota.

Dos horas me entretuvo el museo y de allí a caminar por los boxes. La lucha de la clase 3 del TN entre los equipos Peugeot y Citroën tiene el encanto del amor-odio de 2 marcas que conviven en una empresa pero que si una quiere ganarla a alguien será a la otra. Los 2 boxes están pegados y Chapur (308) y Rossi (C4) pelearon por el Nº1 hasta la última curva. Ganó Rossi y fue la primera gran alegría de Citroën en el fin de semana.

De allí a saludar a viejos amigos. El eterno «Tito» Bessone y «Nacho» Palacios. «Tito» fue el primer piloto al que me acerqué cuando cubrí mi primera carrera en Santa Rosa, La Pampa. Corría septiembre de 1993 y mi debut en la revista Corsa fue allí cubriendo el Supercart. Bessone me hizo pasar a su box con la misma amabilidad hace 21 años que hoy. Un grande y una alegría verlo en pista. Me encontré también con muchos colegas que hace años no veía. todos ellos trabajando cómodamente en una enorme sala de prensa. En Santa Rosa ’93 sala de prensa era un cuarto con una fotocopiadora.
El resto de la tarde del sábado la pasé en el VIP de Citroën, disfrutando del aire acondicionado, charla con amigos y un catering completo.

El Domingo llegamos temprano, para vivir las series de la clase 3, finales de la clase 2 y la 3 y comprobar que el Turismo Nacional es la mejor categoría del país. Hubo lucha en todos los puestos, los autos tienen identidad y representan al modelo de calle y los pilotos son garantía de espectáculo.

Matias Rossi le regaló el trofeo a Citroën y Valentina Solari nos lo cedió para una foto que quedará en mi archivo deportivo.

Luego las 2 carreras del WTCC. Sinceramente nunca había visto una carrera de esta categoría y la llegada de «Pechito» López despertaba mi interés para verlo en casa y aprovechar esto para sacar más diferencia con sus compañeros de equipo.

López y Citroën tuvieron su «Perfect Day» y el «Orgullo Nacional» ganó las 2 carreras, algo que nadie había podido hacer en lo que va del año. Igualmente la categoría no me gustó. Los autos suenan poco, nadie puede ganarle a Citroën, hay pocas máquinas en pista y muy pocas competitivas. De todas formas «Pecho» lo está complicando a Yvan Muller, actual campeón y compañero de equipo junto a Loeb que quedó lejos.
Fueron 3 días a pleno automovilismo. Lo mejor es disfrutarlo sin la presión de tener que hacer la crónica. Claro, ahora es cómodamente sentado en la sala de prensa, bajando fotos de la web con corrector de texto y al dar el aprobado apretar enter. Hace 21 años en Santa Rosa lo escribía en una vieja Olivetti prestada, que pesaba varios kilos y al dar el okey solo nos faltaba buscar un locutório que trabaje un domingo a la noche, para pasarle el fax a la redacción de Corsa. Las Fotos las llevaba Armando Rivas, el fotógrafo que salía con el R 21 ni bien terminaba el podio o algún pasajero contactado por él en el aeropuerto, dispuesto a llevar una bolsita con varios rollos para que en aeroparque el eficiente motoquero de la revista «el Hipo» las rescate y raudamente las lleve al cierre de redacción. ¡Como han cambiado los tiempos!.

EDUARDO A. SMOK